NAVIDAD
Ya no queda nada para estar de nuevo con los preparativos de la Navidad. A uno les gusta más que a otros, pero es inevitable pasar por las calles y ver como se transforman los escaparates de los comercios de nuestra ciudad en estallidos de luces de colores para iluminar más nuestras ilusiones.
Incluso el aire que respiramos va envuelto de una magia especial.
Sabemos que corren tiempos difíciles. Pero, ¿qué sería de nosotros sin la Navidad? Cuesta reconocerlo, pero es un tiempo para disfrutar y no solo los más pequeños. Todos tenemos sueños y deseos de ver cumplidos algún día. Siempre esperamos a fin de año para hacer buenos propósitos para el siguiente, nos cargamos de esperanza y nos volvemos más tolerantes por la magia que nos envuelve la Navidad.
A día de hoy, aún mantengo presente el espíritu navideño que mis padres dejaron que se instalara en mi corazón y en el de mis hermanos, que, nos hacían poner los zapatos de cada uno de nosotros, bien colocados, a los pies de la cama, y en el salón, dejábamos una bandeja de turrón, con grandes vasos de agua, para cuando llegasen los tan deseados Reyes Magos tuvieran algo que comer, después de tanto trabajo…..
A la mañana siguiente era todo sorprendente, pues nuestros deseos se veían cumplidos y mis padres eran, si cabe, más felices de poder hacer un año más, que la magia de la Navidad nos envolviese de nuevo con la misma ilusión de año anterior.
Aprovecho esta magia Navideña para desear Feliz Navidad a todos.
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