Un médico de Barcelona niega el tratamiento a una ciudadrealeña por no ser de Cataluña





Carmen Lozano lleva «dos días en estado de shock». Después de dos años de espera, la revisión por la que pasó el 2 de septiembre en el hospital Clínic de Barcelona, lejos de proporcionar respuestas a sus preguntas, acabó por convertirse en «una pesadilla». Pero, tras verse envuelta en un mar de lágrimas, esta mujer, afectada de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple, ha cogido fuerzas para transformar la «rabia» e «impotencia» en una denuncia que ya ha presentado ante el Defensor del Pueblo a la espera de que no quede en saco roto.

Y es que el médico internista que le 'atendió', el mismo que en su día le puso el tratamiento, le invitó a salir por la puerta de su consulta tras asegurarle que «como ciudadano catalán que ansía la independencia y que, además, así será», no le volvería a reconocer. «Dijo que estaba cansado de atender pacientes de fuera de Cataluña, por la falta de pago por los servicios prestados entre las distintas comunidades, y me señaló un mapa con diferentes colores para que me quedara claro», asegura Lozano aún indignada.


Asimismo, el facultativo le hizo saber a esta ciudadrealeña que «si empeoraba y quería volver a llevar el seguimiento en el Clínic, debía solicitar al Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) de nuevo esta asistencia». «Me comentó que mientras siguieran así las cosas en España, no me iba a dar más citas», explica una mujer que hace cinco años se vio obligada a cerrar su peluquería huyendo de productos que para ella son tóxicos y que están disfrazados de colonia, desodorante, detergente, insecticida, laca, lejía o suavizante.


A Lozano no le entra en la cabeza que las enfermedades dependan de ideologías, colores políticos o fronteras. «¿Dónde se encuentra su dignidad y valores como profesional?», se pregunta. «Hemos perdido el norte. Resulta que por ser española no me atienden en Cataluña», lamenta tras solicitar una reunión con el gerente del Área Integrada de Ciudad Real, Juan José Jiménez. «No me puedo quedar sin asistencia. La que pasa por el calvario y ve cómo se le va la vida soy yo», asevera dejando muy claro que no está dispuesta a tirar la toalla: «Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte, y yo no quiero que se repita este tipo de barbaries en la sanidad pública». (Más información en la edición impresa)

http://www.latribunadeciudadreal.es/NoticiasFicha.aspx?id=Z94D4AEA9-9BA2-C7D3-50944DC4D3B94303&v=noticia%2FZ94D4AEA9-9BA2-C7D3-50944DC4D3B94303%2F20140905


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