REFLEXIÓN......
Limpia, cierra, clausura, desprende, suelta..........Todas estas palabras me venían hoy en mi horóscopo.
Solo de una cosa estoy segura, pase lo que pase, siempre hay que mirar hacia delante, porque si dejamos de hacerlo se apodera de nosotros la inseguridad, el miedo a perder lo poco que te queda, te vuelves vulnerable, débil, presa del miedo.....
Te voy a contar una historia para que entiendas de lo que te estoy hablando y luego tu solo con tu silencio y pensamiento puedas analizar lo que la vida un buen día te puede sorprender y no como tu quieres…..
Por un momento cierra los ojos y piensa en todo lo que te rodea, como no se en que lugar te encuentra, te voy a decir que te encuentras en casa, con tu familia, se podría decir que lo tienes todo (estabilidad emocional, económica y laboral). Como cada mañana vas al trabajo, te rodeas de compañero y de clientes, entablas conversación del tema que ocupa esa mañana. Cuando acaba la jornada laboral quieres llegar pronto a casa porque allí te esperan los tuyos y continúas con las tareas que hacen que tu hogar sea diferente. Así un día y otro se podría decir que te encuentras en lo más alto de la cima porque además estás seguro de tenerlo todo controlado y lo más importante, te sientes en plena madurez y con las fuerzas suficientes de seguir en el camino aunque se encuentre llenos de obstáculos, pero con la fuerza que desprendes, te sientes muy seguro de poder derribar.
Pues bien, después de tener los ojos todavía cerrados antes de abrirlos imagina que un buen día, todo lo que hasta ahora vienes haciendo, esa rutina de la que siempre nos estamos quejando, de golpe empieza resquebrajarse de un modo que no puedes controlar. El estado de bienestar comienza a sentirse mal, el no haber querido parar a tiempo hace que suene la alarma y te avisa de que ya no puede más, que no puede seguir el ritmo que hasta ahora tenia establecida. No sabes bien que pasa, pero sabes, que algo está fallando, crees que es una mala racha, que medicando tu mismo, en cuatro días estás nuevo para seguir según tus planes.
Tomas la decisión de ir al médico y después de muchas idas y venidas de casa al hospital, esa mañana te comunican que tu salud se encuentra dañada. Lo que menos te puedes esperar es te sorprenda con algo que no cuentas, que no estaba en tus planes, puesto que tienes miles de proyectos en mente y otros empezados, ilusiones, planes de negocio, un familia que sacar a delante, todo en orden para seguir creciendo como persona y profesionalmente.
De repente un escalofrío recorre tu cuerpo convirtiéndose en tu sombra. Te das cuenta que se acabo todo lo que para ti era el motor de comenzar el día “tu rutina” todo a tu alrededor y lo que te mantenía derecho, junto con ese equilibrio del que tanto hablamos comienza a perder fuerza, todos y cada uno de los ladrillos que estábamos construyendo se derrumban delante de ti. En esos ladrillos se encuentran, todo de lo que anteriormente te he dicho, pero falta lo más importante, lo que para todos nosotros no le damos la atención necesaria porque estamos demasiado ocupados “LA SALUD”
¡Que tontos somos! No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos, ante nuestros ojos. De repente esa seguridad de la que presumíamos, esa salud que nos hacia fuerte e intocables la perdemos y de pronto nos damos cuenta en lo mal que lo venimos haciendo con nosotros mismos, no somos tan fuertes como creíamos y no estas tan acompañado como pensabas. Has dejado de ser igual, eres diferente y pasas a vivir de otro modo y ahí..... es cuando comienzas a ver de que somos capaces el ser humano desde un lado y otro.
La soledad poco a poco te ha ido ganando el terreno ya que todos los del tu alrededor siguen con sus vidas y tu debes hacerlo con la tuya. El silencio se ha convertido en tu mejor amigo para conseguir que te superes día tras día. En este momento es cuando comienzas a ver la vida de orto modo a darte cuenta de lo que has perdido pero también ganado, aprendes sabiduría y lo mejor que tiene las malas experiencias es que comienzas amar y a ver de las pequeñas cosas, la felicidad que nos faltaba. También en este momento es cuando tienes que hacer esa limpia de espíritu, esa clausura de lo negativo para dar paso a lo positivo, cerrar puertas para dar apertura a otras que creíamos que no existían o no veíamos que existían.
Cuando una enfermedad se apodera de ti, te rompe la vida, te la corta en seco, hace que esos pilares de los cuales creías que tenias bien sujetos, tiemblen. Solo nos queda pensar que es pasajero, que nada dura eternamente. De ti depende mucho tu actitud, no debes dejarte vencer por las inseguridades que nos acechan a diario, debes dejar de sentirte diferente del resto de los mortales, tienes que aprender a vivir. No puedes dejar que un artilugio que hasta ahora no estaba en tus planes te marque para siempre.
Quizás pensar, que gracias a que existen soluciones....... puedes seguir hacia delante, lo que te diferencia de los demás son las ganas de vivir y de pelear que tienes, un abrazo, una sonrisa y porque no, un beso de un ser querido, se convierten en las herramientas necesarias para seguir adelante.......
No sientas vergüenza de pedir ayuda si te hacen falta o de contar tus debilidades, el mundo que te rodea, no sabe lo que te ocurre y no puede ayudarte si no lo expresas. No te encierres en ti mismo, estos pequeños gestos hacen que seamos mejores personas y mucho más felices.
No dejes que te hagan diferente y te callen porque otros no quiera ver lo evidente.....
Carmen Lozano
Solo de una cosa estoy segura, pase lo que pase, siempre hay que mirar hacia delante, porque si dejamos de hacerlo se apodera de nosotros la inseguridad, el miedo a perder lo poco que te queda, te vuelves vulnerable, débil, presa del miedo.....
Te voy a contar una historia para que entiendas de lo que te estoy hablando y luego tu solo con tu silencio y pensamiento puedas analizar lo que la vida un buen día te puede sorprender y no como tu quieres…..
Por un momento cierra los ojos y piensa en todo lo que te rodea, como no se en que lugar te encuentra, te voy a decir que te encuentras en casa, con tu familia, se podría decir que lo tienes todo (estabilidad emocional, económica y laboral). Como cada mañana vas al trabajo, te rodeas de compañero y de clientes, entablas conversación del tema que ocupa esa mañana. Cuando acaba la jornada laboral quieres llegar pronto a casa porque allí te esperan los tuyos y continúas con las tareas que hacen que tu hogar sea diferente. Así un día y otro se podría decir que te encuentras en lo más alto de la cima porque además estás seguro de tenerlo todo controlado y lo más importante, te sientes en plena madurez y con las fuerzas suficientes de seguir en el camino aunque se encuentre llenos de obstáculos, pero con la fuerza que desprendes, te sientes muy seguro de poder derribar.
Pues bien, después de tener los ojos todavía cerrados antes de abrirlos imagina que un buen día, todo lo que hasta ahora vienes haciendo, esa rutina de la que siempre nos estamos quejando, de golpe empieza resquebrajarse de un modo que no puedes controlar. El estado de bienestar comienza a sentirse mal, el no haber querido parar a tiempo hace que suene la alarma y te avisa de que ya no puede más, que no puede seguir el ritmo que hasta ahora tenia establecida. No sabes bien que pasa, pero sabes, que algo está fallando, crees que es una mala racha, que medicando tu mismo, en cuatro días estás nuevo para seguir según tus planes.
Tomas la decisión de ir al médico y después de muchas idas y venidas de casa al hospital, esa mañana te comunican que tu salud se encuentra dañada. Lo que menos te puedes esperar es te sorprenda con algo que no cuentas, que no estaba en tus planes, puesto que tienes miles de proyectos en mente y otros empezados, ilusiones, planes de negocio, un familia que sacar a delante, todo en orden para seguir creciendo como persona y profesionalmente.
De repente un escalofrío recorre tu cuerpo convirtiéndose en tu sombra. Te das cuenta que se acabo todo lo que para ti era el motor de comenzar el día “tu rutina” todo a tu alrededor y lo que te mantenía derecho, junto con ese equilibrio del que tanto hablamos comienza a perder fuerza, todos y cada uno de los ladrillos que estábamos construyendo se derrumban delante de ti. En esos ladrillos se encuentran, todo de lo que anteriormente te he dicho, pero falta lo más importante, lo que para todos nosotros no le damos la atención necesaria porque estamos demasiado ocupados “LA SALUD”
¡Que tontos somos! No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos, ante nuestros ojos. De repente esa seguridad de la que presumíamos, esa salud que nos hacia fuerte e intocables la perdemos y de pronto nos damos cuenta en lo mal que lo venimos haciendo con nosotros mismos, no somos tan fuertes como creíamos y no estas tan acompañado como pensabas. Has dejado de ser igual, eres diferente y pasas a vivir de otro modo y ahí..... es cuando comienzas a ver de que somos capaces el ser humano desde un lado y otro.
La soledad poco a poco te ha ido ganando el terreno ya que todos los del tu alrededor siguen con sus vidas y tu debes hacerlo con la tuya. El silencio se ha convertido en tu mejor amigo para conseguir que te superes día tras día. En este momento es cuando comienzas a ver la vida de orto modo a darte cuenta de lo que has perdido pero también ganado, aprendes sabiduría y lo mejor que tiene las malas experiencias es que comienzas amar y a ver de las pequeñas cosas, la felicidad que nos faltaba. También en este momento es cuando tienes que hacer esa limpia de espíritu, esa clausura de lo negativo para dar paso a lo positivo, cerrar puertas para dar apertura a otras que creíamos que no existían o no veíamos que existían.
Cuando una enfermedad se apodera de ti, te rompe la vida, te la corta en seco, hace que esos pilares de los cuales creías que tenias bien sujetos, tiemblen. Solo nos queda pensar que es pasajero, que nada dura eternamente. De ti depende mucho tu actitud, no debes dejarte vencer por las inseguridades que nos acechan a diario, debes dejar de sentirte diferente del resto de los mortales, tienes que aprender a vivir. No puedes dejar que un artilugio que hasta ahora no estaba en tus planes te marque para siempre.
Quizás pensar, que gracias a que existen soluciones....... puedes seguir hacia delante, lo que te diferencia de los demás son las ganas de vivir y de pelear que tienes, un abrazo, una sonrisa y porque no, un beso de un ser querido, se convierten en las herramientas necesarias para seguir adelante.......
No sientas vergüenza de pedir ayuda si te hacen falta o de contar tus debilidades, el mundo que te rodea, no sabe lo que te ocurre y no puede ayudarte si no lo expresas. No te encierres en ti mismo, estos pequeños gestos hacen que seamos mejores personas y mucho más felices.
No dejes que te hagan diferente y te callen porque otros no quiera ver lo evidente.....
Carmen Lozano
Comentarios
Publicar un comentario