La industria de los cosméticos enfrenta cada vez más controles
Durante años, los productos cosméticos no figuraron entre los más controlados por los reguladores, en comparación con las drogas, alimentos y suplementos nutricionales. Pero esa realidad está cambiando.
La Food and Drug Administration, el Congreso y la National Advertising Division del Council of Better Business Bureau (NAD) están todos prestando atención en la que puede ser la frontera de más rápido crecimiento regulatorio en el marketing: los ingredientes de los cosméticos y sus mensajes publicitarios.
El presupuesto fiscal 2013 de la administración Obama incluye una propuesta por cerca de 19 millones de dólares en fees de usuarios para la industria cosmética para financiar un monitoreo más eficaz, con un registro de ingredientes que pasaría de ser voluntario a obligatorio.
Justificando los cambios, la FDA apunta al crecimiento explosivo del mercado estadounidense de los cosméticos, que ha llegado a los 60 mil millones de dólares anuales. Ese mercado es también cada vez más global, con un número de productos cosméticos importados que casi se duplicó entre 2004 y 2010, hasta casi llegar a los dos millones.
Un control más estricto es también necesario para adecuarse a la tecnología, rápidamente cambiante, y los mensajes crecientemente agresivos de los productos para el cuidado de la piel, dijo Michael Landa, dijo ante un subcomité de la Cámara Baja el director del Center for Food Safety and Applied Nutrition de la FDA.
El uso cada vez más frecuente de partículas sumamente pequeñas (a menudo erróneamente denominadas como “nanotecnología”) puede resultar en productos o ingredientes que trabajen de una manera muy diferente a sus antecesores convencionales, dijo Landa. La FDA está investigando, por ejemplo, si los óxidos de metal utilizados en cosméticos tópicos pueden penetrar en la piel y convertirse en tóxicos cuando los usuarios se exponen a la luz solar.
“La industria a menudo se refiere a estos productos como ‘cosmecéuticos’”, dijo Landa. A pesar de que el término “no tiene una definición legal o regulatoria en Estados Unidos”, agregó, podrían llevar a que ciertas cremas anti-edad crucen la línea para ser clasificadas y reguladas como drogas.
El retinol, componente de productos antiarrugas, no estuvo registrado en la FDA antes de 2005, pero ahora figura en un listado de 200 productos, añadió Landa. Y la industria del cuidado de la piel ha listado más de 95 formulaciones anti-edad de péptidos en más de 1.200 declaraciones de ingredientes en los últimos años.
En un signo de cómo las regulaciones de cosméticos en Estados Unidos son relativamente permisivas, el representante Jan Schakowsky, demócrata de Illinois, dijo que se prohíben sólo 10 ingredientes cosméticos en Estados Unidos, comparados con los 1.200 prohibidos en la Unión Europea.
Por otra parte, el representante Joe Barton, republicano de Texas, dijo que los medios sociales podrían hacer un mejor trabajo de control que un grupo de inspectores de la FDA armados con regulaciones más duras. “Todo lo que se necesita es un mensaje de Facebook o de Twitter, y ese producto está totalmente muerto”, dijo el legislador.
La NAD también está observando con más atención a los fabricantes de cosméticos y productos del cuidado de la piel. “Nosotros siempre tratamos de hacer un 25% de nuestro trabajo controlando envases, particularmente con industrias que no son buenas para controlarse a sí mismas”, dijo la directora de la NAD Andrea Levine.
Los fabricantes de cosméticos y productos para el cuidado de la piel han sido renuentes a desafiar las afirmaciones de sus competencias, por temor a que un desafío pueda fácilmente engendrar otro. Al observar esa reticencia, la NAD ha incrementado su cantidad de controles para la industria, dijo la señora Levine.
El año pasado, el foco de la organización estuvo puesto no sólo en los jugadores más pequeños -que históricamente hacen algunos de las afirmaciones más agresivas en respuesta directa- sino en tres pesos pesados: Procter & Gamble, Lancome, de L’Oreal, y Johnson & Johnson.
En dos de los casos, el NAD detectó que Lancome, de L’Oreal, y Neutrogena, de J&J, no tenían sustanciación para sus afirmaciones de que sus cremas podían, respectivamente, rellenar las arrugas en cerca de una hora, o eliminarlas en una semana. Ambas compañías estuvieron en desacuerdo con las decisiones, pero ambas dijeron que las tomarían en cuenta en futuros avisos.
Aunque el Personal Care Products Council no está discutiendo una mejora en la regulación, en los testimonios ante el Congreso rechazaron el pedido de registraciones obligatorias de productos e ingredientes, o nuevos fees de usuarios.
“Aunque los productos cosméticos siguen estando entre los más seguros del comercio, el sistema existente de regulación de nuestra industria requiere desde hace tiempo una transformación”, dijo la presidenta del PCPC Lezlee Westine. Las salvaguardas adicionales y los procesos que propone su grupo “proveerán de la transparencia adicional que están reclamando los consumidores”, concluyó la señora Westine.
Fuente:http://www.adlatina.com
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